Emprender, Crianza y Cómo Hacerlo Funcionar

Me gustaría abordar un tema del que las mamás hablamos poco, pero que enfrentamos constantemente. Y, si tú, quien me lee, no es madre o no planea serlo, este artículo también es relevante para ti, ya que como mujer enfrentas el constante dilema de crecer profesionalmente, pasar más tiempo con la familia o combinar ambas facetas de manera saludable y equilibrada.

El concepto de “maternar” es algo que utilizamos poco, pero personalmente me encanta. Se trata de reconocer que las necesidades de un hijo son importantes. Sin embargo, en la sociedad actual, estamos más centrados en los adultos. Prevalece la idea de que las madres deben atender sus propias carreras y ajustar las necesidades de sus bebés en torno a ellas. ¿Y qué ocurre como resultado? A veces renunciamos a empleos, dejamos empresas o, como suelo mencionar en mis conferencias, “nos retiramos de la mesa”.

Te propongo un ejercicio: toma cinco minutos para recordar la primera vez que viste a tu mamá trabajando, generando ingresos, dirigiendo un negocio, etc. En mi caso, recuerdo una figura que trabajaba incansablemente en todo lo que podía. Mi mamá es una persona muy hábil que sabía hacer de todo para contribuir al sustento de la familia. Pasaba horas haciendo vestidos, arreglos, muñecas, y todo esto a costa de sus espacios personales y su descanso.

¿Por qué comparto esto? Porque aunque hemos avanzado en mentalidad y oportunidades, aún persiste la creencia de que no es posible combinar la maternidad con un ingreso constante. Por esta razón, quiero compartir cinco cosas que personalmente me han ayudado a generar ingresos, ser madre y no perecer en el intento:

Quítate el miedo y la culpa: Deja atrás el temor a no poder dedicar la misma cantidad de tiempo a tus hijos. Es normal que haya temporadas en las que necesites enfocarte más en tu proyecto o empleo.

Crea una red de apoyo: Emprender y trabajar no deben ser esfuerzos solitarios. Pedir ayuda es una opción válida. Recurre a amigos y familiares cuando necesites que cuiden a tu hijo o lo lleven a actividades mientras tú atiendes tus compromisos.

El tiempo vale oro: No permitas que nadie te lo robe. Identifica factores, personas o actividades que no contribuyen a tu propósito y reorganiza tu tiempo. El tiempo es uno de nuestros activos más valiosos y puede convertirse en dinero rápidamente.

Emprender deja valores y enseñanzas: Eres un ejemplo para tus hijos. El ser madre emprendedora les enseña valores como la fortaleza, la perseverancia y la lucha por los sueños. Ellos seguirán tu ejemplo.

La clave es la organización y la constancia: La organización es esencial para equilibrar tus múltiples roles y cuidar de tu familia sin descuidar tus objetivos profesionales. La constancia es igualmente importante, sin importar lo desafiante que pueda ser el camino.

Ser madre y emprendedora es un desafío, pero también una oportunidad de crecimiento y empoderamiento. Con determinación y apoyo, es posible encontrar un equilibrio satisfactorio entre la crianza y el emprendimiento. ¡No dejes que los miedos o las culpas te detengan en tu camino!

Melissa Martínez